Traje de
apicultura
En la historia de la apicultura moderna no ha variado mucho. Los
hay enteros tipo mameluco y medios trajes donde encontramos separado el
pantalón del buzo.
Es una traje de
protección, y por tanto las características principales de las
telas utilizadas es que son gruesas. Generalmente son de color blanco. En la
actualidad se dejan ventanas de ventilación en diversas zonas del pecho y
espalda, por medio de tejidos plásticos dobles.
Son de color blanco debido a que
este color tranquiliza a las abejas
Máscara
La cabeza y cara del apicultor es
protegida por una máscara en cuya parte anterior normalmente hay tejido
mosquitero, que puede ser de diferentes materiales: metálico, poliéster, plástico, etc. La finalidad es la protección
y separación de la cara ante el envite de las abejas. Suelen armarse con
sombreros o no, dependiendo del diseño del fabricante. En la actualidad se unen
al buzo superior por medio de cierres, pudiendo también atarse por medio de
cordones.
Guantes
Construidos normalmente de cuero, a los fines que los aguijones no
puedan traspasarlos. Los mismos tienen adheridos en sus extremos una sobre
manga de tela de traje, con elástico a los fines que no puedan ingresar abejas.
Calzado
Hay quienes utilizan botas de tela
especialmente diseñadas, otros calzados normales con polainas a los fines que
las abejas no piquen las zonas de los tobillos. Se pueden utilizar doble par de
medias y los pantalones metidos en el interior del segundo par.
Ahumado
El ahumador es un invento de Moses Quinby en 1875. Su
función es lograr el control sobre las abejas, que ante la presencia de humo, se retiran suponiendo que se trata
de un incendio. Esta es una conducta natural, posiblemente estereotipada
genéticamente.
Los ahumadores constan de un fuelle
con el cual se insufla aire al interior de la cámara de combustión, en la cual
el apicultor quema aserrín de
madera, pasto seco, hojas secas u otra sustancia inocua. También se
comercializan sin fuelle manual que ha sido sustituido por un ventilador
eléctrico que se activa con un pulsador.
En el mercado actual es posible
encontrar ahumadores de distintos tamaños, formas y materiales. Todos utilizan
el mismo principio de fuelle, pero se exceptua al ahumador de pipa cuyo caudal
de humo se manda con la boca por medio de un tubo. Siendo los materiales más
comunes la chapa de zinc, el acero inoxidable o el cobre.
Palanca para
manejo de cuadros o espátula
Debido a que las abejas pegan todos los elementos de la
colmena con propóleo, es necesaria una herramienta para poder separar, por un
lado la tapa del alza de la colmena (si es una colmena de alzas) y por otro,
los cuadros entre sí para poder acceder a ellos con las manos.
El apicultor utiliza para ello una espátula de metal con los extremos ligeramente afilados, para poder hendirla entre los cuadros y para utilizarla en casos de limpieza como un elemento raspador.
La pinza dispone de una parte como una espátula de menor tamaño para la separación de los cuadros, que va unida a una pinza que termina en cuatro garras, con las cuales se coge el cuadro, sin tener que utilizar la mano.
El apicultor utiliza para ello una espátula de metal con los extremos ligeramente afilados, para poder hendirla entre los cuadros y para utilizarla en casos de limpieza como un elemento raspador.
La pinza dispone de una parte como una espátula de menor tamaño para la separación de los cuadros, que va unida a una pinza que termina en cuatro garras, con las cuales se coge el cuadro, sin tener que utilizar la mano.
La palanca para el manejo de los
cuadros con los panales es un elemento
muy importante en virtud que con un extremo es posible separar dos alzas, que las abejas pegan con propóleo y con el otro extremo despegar y
levantar los cuadros con los panales de cera que también son pegados con el
propóleo que las abejas colectan. Es muy difícil sacar un cuadro del interior
de un alza si no se dispone de este elemento.
Cabe destacar que las abejas siempre
unen todas las partes móviles de la colmena con el propóleo.
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